El Parlamento Europeo ha rechazado ampliar la jornada semanal de trabajo a 65 horas. Los eurodiputados han dado su apoyo a una enmienda de un parlamentario socialista español que, de hecho, paraliza la llamada directiva de las 65 horas y obliga a los Gobiernos de los 27 a volver a negociarla. La norma, aprobada por los ministros de trabajo de la UE, preveía eliminar el límite máximo de jornada laboral semanal, fijado en 48 horas, y dar libertad para que empresario y trabajador acordaran el tiempo de trabajo, con un máximo de 60 ó 65 horas, según los casos, y era considerada como un retroceso en los derechos de los trabajadores.
El Parlamento ha aprobado por mayoría absoluta una serie de enmiendas que corrigen lo aprobado por los ministros de Trabajo, por lo que obligan a estos a volver a redactarla y bloquean, por tanto, la aprobación de la directiva de las 65 horas. Ahora, se abre un nuevo periodo de negociación de 90 días (denominado "de conciliación") entre el Parlamento y el Consejo al cabo del cual, si no hay acuerdo, decae el texto.
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