Se trata de un cambio que a juicio de Casares es ya "ineludible", después de que se hayan repetido problemas en locales de hostelería que trataban de ofrecer una actividad cultural y de ocio a los santanderinos. Casares sostuvo que la ordenanza que sigue vigente en la actualidad, que data del año 1988 y que ha sufrido diversas modificaciones, no es adecuada a la de una ciudad del siglo XXI, que "debe aspirar siempre a un dinamismo y creatividad en lugar de impedirlo".
El dirigente juvenil admitió que se trata de un problema complicado por los numerosos intereses que se dan, por lo que pidió que se abra un proceso de participación con todos los sectores implicados, hosteleros, vecinos y el mundo de la cultura en Santander, para "evitar que se produzcan errores del pasado" y se "enquisten las posiciones" en perjuicio tanto de vecinos como de los espectadores.
Por tanto, confió en que el PP se decida a cambiar su postura tradicional al respecto ante el nuevo objetivo de que la ciudad sea Capital Europea de la Cultura, una meta que, recordó, es compartida por los socialistas, que lo han apoyado en su libro de firmas y que incluso llevaron a la campaña electoral de las últimas elecciones municipales.
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