Manrique explicó ayer que después de concluir un estudio que les ha llevado diez meses de trabajo, la APS «conoce sus necesidades futuras del Puerto» -se refería a las nuevas líneas de tráfico y a sus necesidades de instalaciones portuarias- con lo que está en condiciones de «trabajar y afrontar la reordenación del frente marítimo con todas las garantías».
Esa remodelación habrá de «acoplarse a las demandas de la ciudad», señaló Manrique, al tiempo que aseguraba que se convertirá en el proyecto «más transformador que va a tener Santander. La ciudad será la gran beneficiada», para lo que todas las administraciones implicadas habrán de volcase en su totalidad.
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