«La libertad es una conquista incompleta mientras haya pobres y no llegue a ellos la justicia social». El compromiso y el humanismo del mecenas, comunicólogo, escritor y publicista cántabro Eulalio Ferrer, que falleció en el mes de marzo en México D.F. a los 88 años de edad, caracterizó una vida entregada a la comunicación en defensa del español, e intensa en todo lo relativo a la palabra.
Mecenas de la cultura, Ferrer dedicó gran parte de su energía vital a unir todos los países de habla hispana y a destacar y conservar el valor de la lengua. El homenaje a los exiliados, la lucha por la verdad y «el valor del lenguaje como cohesión y arma social» asoman tras el perfil humano y vital de Ferrer, una figura marcada por la expresión del español como «lengua sonora de la cordialidad» y, sobre todo, como «signo de identidad de un nuevo pueblo mestizo y global».
Emprendedor e innovador, el antiguo capitán del Ejército republicano e hijo de un tipógrafo socialista nació en Santander el 26 de febrero de 1921. Realiza sus estudios en los Salesianos y luego en la Escuela Laica de Magallanes. Presidió el Grupo Infantil Socialista, en 1935. Muy joven se inicia como redactor del diario 'La Región', cubriendo la información sindical.
Esta labor periodística prosigue, ya en plena guerra civil, con sus crónicas desde el frente de Burgos al diario 'El Cantábrico'. Como capitán de milicias participa en las operaciones del Ebro y, al concluir la contienda, debe partir hacia el exilio, primero, a Francia y, más tarde, a México.
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